El cambio de paradigma
"Tenemos que cambiar esta situación desde abajo, desde la educación y en la familia. Los niños tienen que ver el respeto como algo natural"
"La despatologización es primordial.
Mientras siga viéndose como una enfermedad no conseguiremos que las personas trans sean aceptadas como una parte más de la diversidad humana"
África Pastor
Leo Mulió
"Debemos dar charlas, aparecer en los medios, hacernos visibles para que la gente intente comprender mejor esta situación"
Gabriel Díaz de Tudanca
"Todo niño se pregunta sobre el sexo, el amor y la muerte. La infancia desarrolla procesos de re-conocimiento que también tienen que ver con la propia identidad. Si hay adultos trans, ¿no han sido niños antes?"
Dr. José Luis Pedreira
"Claro que hay personas que sienten malestar respecto al genero que se les asignó. ¿Pero el problema es suyo o de una sociedad que les hace sentir diferentes?"
Isidro García
España entra a formar parte de la ONU en 1955 y cuatro años después, el 20 de noviembre de 1959, la Organización de Naciones Unidas presenta la Declaración de los Derechos del Niño, tratado aprobado por unanimidad por parte de todos los países miembros.
Estos derechos defienden la necesidad del adecuado desarrollo físico, mental, moral, espiritual y social en condiciones de libertad y dignidad. Garantizan al niño una alimentación, vivienda y servicios médicos adecuados y, sobre todo, propugnan la necesidad de amor y comprensión en un ambiente de afecto y seguridad moral. Les protegen además de cualquier práctica que pueda fomentar la discriminación racial, religiosa o de cualquier tipo. Y por supuesto, se reconocen estos derechos a todos los niños sin excepción ni distinción de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas, posición económica, nacimiento u cualquier otra condición.
No parece que, a priori, nadie pueda poner en entredicho que estos derechos deban concederse de manera real en todos y cada uno de los niños. No obstante, la Dra. en Psicología Noelia Fernández Rouco y además profesora en la Universidad de Cantabria, asegura que todo parece cambiar cuando se trata de los niños transexuales: “Parece que todo esto viene siendo cuestionado en los menores trans, … y la falta de estas necesidades genera problemas y trabas que acomplejan el desarrollo de la persona”. La Dra. afirma que “tratamos a las personas transexuales entendiendo que esa etiqueta que colocamos de 'persona transexual' vale mucho más que el hecho de ser un niño o una niña, y eso no puede ocurrir”. Evidentemente, hay cosas que deberían estar por encima.
En una sociedad que ignora, desconfía y teme lo desconocido, no es más que el conocimiento y el saber lo que nos puede hacer libres. Libres de la ignorancia, de los miedos, de los prejuicios y del rechazo. Libres de la jaula que nosotros mismos nos creamos, esa que todo lo reduce y todo lo simplifica. Asumamos que no todo es blanco y negro, que siempre habrá mucho más allá de lo que nuestras simples mentes estén dispuestas asumir.
Y qué mejor excusa que los niños y nuestro deber de protección para con ellos. Qué mejor que la infancia, que nos une a pesar de nuestras diferencias ideológicas, religiosas y de cualquier otra índole. Aprovechemos ese núcleo en común que, siendo tan humano, tiene su sentido original en la parte más animal del hombre: nuestro instinto de supervivencia. Usémoslo para dar luz, cariño, amor y protección a nuestros niños, sin condiciones, sin excepciones. No son solo pequeños prototipos de adultos sino que serán los que ocupen nuestro lugar en la sociedad que nosotros hayamos preparado para ellos.